Las primeras noticias históricas fidedignas sobre Cosuenda hacen referencia a noviembre de 1142, fecha en que “Cosuelda”, se mencionaba en la Carta y confirmación de fueros otorgados a Daroca por el príncipe de Aragón Ramón Berenguer IV, y según la cual quedaba constituida la Comunidad de Daroca.
En el año 1256 Jaime I de Aragón aprueba la división de la Comunidad de Aldeas de Daroca en 5 Sesmas, perteneciendo Cosuenda a la del Campo de Langa.
A finales de este siglo el Reino se divide en Sobrejunterías, Cosuenda está en la de Daroca.
El 20 de febrero de 1363 la invasión de Castilla llega a Cosuenda, donde se juntan el ejército castellano y los refuerzos mandados por Pedro IV de Aragón.
El pueblo queda totalmente destrozado, así como Aguarón, Encinacorba y Paniza. La población se refugia en Cariñena. La guerra prosigue hasta el 16 de abril de 1363 cuando Pedro I de Castilla toma Cariñena, después de dos meses de batallas en la comarca, y manda cortar las orejas, la nariz y las manos a las personas que allí se encontraban.
El pueblo se empieza a construir de nuevo lentamente y a finales de este siglo se cree que el Arzobispo de Zaragoza, García Fernández de Heredia, manda reconstruir el Castillo de Cosuenda, aunque algunos historiadores lo datan del siglo siguiente.
En 1463 Aragón se divide en 12 Sobrecullidas, división de carácter administrativo, la Comunidad de Aldeas de Daroca, y Cosuenda con ella, se integra políticamente en la Sobrecullida de Daroca.
De su vida medieval quedan vestigos en los restos de su castillo, situado en las colinas que rodean el lugar, realizado en tapial. Data del siglo XV y es de estilo gótico-mudéjar.
Conforme a la evolución político-administrativa del reino de Aragón, Cosuenda formó parte de la comunidad de aldeas de Daroca hasta la división comarcal de 1833 en que pasó a contar con ayuntamiento propio.
Desde el punto de vista económico, la historia de este municipio está unida a la producción vitícola. La variedad más conocida de esta zona es el “blanco Macabeo”, de la cual se obtiene un excelente vino de pajarilla.
La población experimentó un retroceso demográfico a finales del siglo XV, aumentando posteriormente en el siglo XVII.